LOS REINOS CRISTINANOS

FORMACIÓN DE LOS REINOS CRISTIANOS

La invasión musulmana comenzó en el año 711 cuando en  la batalla de Guadalete fue vencido el último rey visigodo en la Península, Don Rodrigo. En poco más de 10 años ocuparon casi todo el territorio peninsular obligando a unos pocos nobles a huir hacia el norte. Allí, junto con los pobladores astures iniciaron un proceso que duraría mas de siete siglos y que es conocido como Reconquista.




La evolución de la Reconquista en mapas se observa claramente en este vídeo.


 El primer rey del reino de Asturias, Don Pelayo,  con la victoria sobre los musulmanes en la batalla de Covadonga inició la reconquista de la península. Más tarde este reino pasó a llamarse reino de León quien junto con el condado de Castilla, el reino de Pamplona, el condado de Aragón y los condados catalanes llevaron a cabo la continuación de la reconquista de las tierras peninsulares a los musulmanes.
Con el tiempo los cristianos se unieron y formaron cuatro grandes reinos: La Corona de Castilla, la Corona de Aragón, el Reino de Portugal y el reino de Navarra.

En 1212 los reyes cristianos, con la ayuda de soldados provenientes de distintos puntos de Europa y del Papa, lograron una victoria muy importante a al-Ándalus en la Batalla de las Navas de Tolosa, localidad situada en el actual Jaén.



El avance cristiano finalizó en 1492, cuando los Reyes Católicos conquistaron el reino de Granada, último territorio musulmán en la península.

LA SOCIEDAD EN LOS REINOS CRISTIANOS

La sociedad en los reinos cristianos se dividía en tres estamentos: la nobleza, el clero y los campesinos. La pertenencia a uno u otro estamento solo se debe al nacimiento: quien nace noble siempre será noble, quien nace campesino siempre será campesino.

El rey se sitúa en lo alto de la pirámide. Se dedicaban a aumentar los territorios sobre los que ejercer su poder bien mediante guerras o matrimonios.
La nobleza estaba formada por los caballeros que eran vasallos del Rey, es decir, dependían directamente de él. Vivían en los castillos y su principal trabajo era hacer la guerra. Recibían nuevas tierras y con ello crecía su prestigio y riquezas.
El clero estaba formado por obispos, abades, sacerdotes, monjes y monjas. Se dedicaban al rezo y a la enseñanza. 
Los campesinos vivían en aldeas . Casi todos eran siervos, es decir, dependían de un noble o de un abad a quien entregaban casi todo lo que del campo o ganado obtenían. A algunos agricultores eran libre cuando mediante la repoblación se les entregaban tierras propias para trabajarlas.

LA REPOBLACIÓN

Los reyes cristianos necesitaba que las nuevas tierras que eran conquistadas a los musulmanes fueran ocupadas por personas que las trabajasen y las defendiesen. Esta ocupación se conoce como repoblación y supuso beneficios importantes tanto para los estamentos privilegiados como para los no privilegiados quienes obtenían tierras en propiedad.

Muchos campesinos judíos y mudéjares permanecieron en sus tierras a pesar de haber sido conquistadas por los reinos cristianos. Además de ellos las tierras eran repobladas por los cristianos que venían del norte y por los mozárabes que venían del sur escapando de al-Ándalus. El resultado era la convivencia de personas pertenecientes a las tres principales religiones: judíos, cristianos y musulmanes.

Cuando los territorios eran muy extensos y estaban poco poblados, los reyes concedían estas tierras a los principales nobles o a algunos monasterios que se convertían en grandes propietarios o señores de un señorío. Funcionaba como si de un pequeño país se tratase donde el señor era casi "todo poderoso"

Salamanca fue repoblada, bajo las órdenes del conde de origen francés Raimundo de Borgoña y el reinado de Alfonso VI, a principios del siglo XI principalmente por gallegos y francos, pero también por  por vascos, toreses, navarros y gentes de La Rioja, Burgos, Palencia,  Soria, Aragón. Si observas el escudo de Salamanca, en su parte derecha recoge las barras rojas sobre fondo amarillo que pertenecen al reino de Aragón. Se hizo como reconocimiento a su labor de repoblación de estas tierras. Además se quedaron los judíos y mozárabes que ya la poblaban. Cada grupo de población se asentaba en una zona distinta de la ciudad: los serranos, francos y judíos se quedaron dentro de la muralla, mientras que los restantes se situaban en terrenos de extramuros, fuera de la muralla.
Alfonso VI repobló la ciudad en 1085





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